BIOCONSTRUCCIÓN CON CAÑAMO
En los últimos tiempos, ha aumentado el interés por los derivados provenientes del cáñamo. Este interés se ha centrado en sus aplicaciones en la industria de la construcción, que están siendo redescubiertas. Gracias a un esfuerzo continuo en experimentación, investigación y divulgación, las notables cualidades de esta planta están siendo cada vez más reconocidas.
El cáñamo, una planta que tiene sus raíces en Asia Central, se encuentra entre las primeras especies vegetales que la humanidad logró domesticar.
En Europa, desde el siglo XV hasta principios del siglo XX, esta planta era principalmente cultivada por su fibra, que se utilizaba para la fabricación de velas, cuerdas, papel y otros productos textiles.
Sin embargo, con la llegada de la era industrial en el siglo XIX, con el petróleo y el algodón como protagonistas, las fibras de cáñamo fueron gradualmente desplazadas de la producción manufacturera.
Posteriormente, el cáñamo fue objeto de controversias relacionadas con su contenido de sustancias psicotrópicas, lo que llevó a la prohibición de su cultivo en algunos países.
Hoy en día, el interés en el cáñamo ha resurgido. Se están redescubriendo sus diversas aplicaciones y se están desarrollando nuevas gracias a investigaciones en diversos sectores, incluyendo la bioconstrucción.
A pesar de los desafíos legales que aún persisten, en los últimos años ha habido un aumento significativo en la superficie de cultivo dedicada al cáñamo industrial (Cannabis Sativa).
Simultáneamente, han surgido diversas iniciativas empresariales dedicadas a la producción de materiales de construcción derivados de esta planta. Ejemplos de estos materiales incluyen el hormigón de cáñamo-cal, que está demostrando ser altamente eficaz, así como los bloques de cañamiza y otros materiales naturales como el barro y el yeso.
Eventos y proyectos relacionados con el cáñamo están volviendo a poner en el mapa la producción de cáñamo industrial, ya sea para fines agrícolas, alimentarios o constructivos.
En el ámbito de la bioconstrucción, el proyecto europeo Canapalea ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de los materiales derivados de esta planta entre los profesionales del sector.
A pesar de los desafíos que persisten en la transformación local para su uso en construcción, las notables propiedades de esta planta y los esfuerzos para darlas a conocer auguran un prometedor futuro cercano.
Construyendo con cáñamo
Las semillas, la corteza y el núcleo del tallo, conocido como cañamiza, son los principales productos obtenidos de esta planta.
Las semillas de cáñamo, también llamadas cañamón, se utilizan en la nutrición animal, en la industria alimentaria y en la cosmética debido a su alto contenido en ácidos grasos insaturados.
La corteza de la planta contiene fibras que se emplean principalmente en la fabricación de papel y en la producción de aislantes para la construcción.
Las fibras del interior del tallo o cañamiza se utilizan en la construcción para crear revestimientos aislantes con propiedades sobresalientes en términos de resistencia al fuego, absorción acústica y permeabilidad al vapor de agua.
Las principales técnicas constructivas desarrolladas a partir del cáñamo pueden clasificarse en:
- Hormigones de cáñamo-cal.
- Prensado de cáñamo-cal y productos a granel.
- Proyectado y vertido.
- Bloques y acabados.
En Veraseed estamos abiertos a toda colaboración relacionada con la bioconstrucción con cáñamo, puesto que cultivamos de forma ecológica esta planta y creemos que es una vía interesante de aprovechamiento de la misma para el presente y futuro de la construcción.
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